Narraciones

 El Revés del Libro

María se sentó al lado de Franco, estaba decidida a terminarle de una vez por todas, sería dura y sin rodeos: ¿Qué lees? Una novela. ¿Qué tal? Buena. Nunca la leeré así que cuéntamela. Ella no sabía cómo de la novela pasaría a decirle se acabó, no va más esta relación. Anda cuéntamela. Se trata de un librero, es bueno en su trabajo y gana mucho dinero. Nadie hace plata vendiendo libros. Él sí, se vale de cualquier medio para conseguir grandes ejemplares, luego cobra millones por ellos. ¿Pagan millones por un libro o es sólo ficción? Claro que sí. Y a ti nada más te alcanza para ediciones piratas. Ya sabía que me ibas a  fastidiar. Lo siento, sigue contando. María se había prometido acabar el romance sin peleas, no quería que fuese un mal recuerdo. ¿Desde cuándo te interesa lo que leo? ¿Me vas a contar sí o no? Bueno, para el personaje toda su moral la condiciona su oficio. Lo ve feliz cuando habla de libros, seguro y sonriente. El tipo conoce una mujer que tiene un libro de las Mil y una Noches con los relatos censurados que no aparecen en las ediciones modernas, un tesoro que ella no vendería; se propone seducirla para apoderarse del libro. Ese hombre me recuerda a ti. ¿Por qué? Te interesan más tus libros que yo. María por fin había comenzado. No seas bobita, el librero después de mucho lo consigue. Tú no te esfuerzas por mí. El sujeto sufre una crisis porque se ha enamorado de la chica pero está obsesionado con el libro, sabe que tiene que escoger una cosa o la otra. ¡Ojalá ella lo abandone! Al final le roba el libro odiándose a sí mismo. Mejor así. ¿Por qué es mejor así, María? Es mejor preferir lo que ambicionas, el amor es una mierda. El libro resulta ser falso, el tipo está confundido, el mundo le da vueltas. María lo ve triste ¿Qué te pasa Franco? Él tiene la mirada distante, algo le preocupa, tal vez no sea el momento adecuado para dejarlo, tal vez estoy exagerando un poco. María, quiero decirte algo. Dime cariño. Quiero que terminemos.